Poemas

**En homenaje a Pablo González González**

Hoy nos reunimos en Villaplanta, bajo el mismo cielo que abrazó tus sueños, para rendir homenaje a un hombre que nos dejó una huella imborrable: Pablo González González. Nacido en 1950, en cada rincón de esta localidad, se siente tu esencia, tu pasión por la vida, y el amor que ofreciste a tu familia, a Teresa, a tus once hijos, ya esos nueve nietos que te recordarán como el patriarca sabio. y sereno que siempre fuiste.

Estudiaste periodismo, ese noble arte que te permitió entender el mundo con una mirada crítica y profunda. Sin embargo, encontraste tu verdadero hogar entre las páginas de los libros, convirtiéndote en el alma de la librería que tantos corazones tocaste. Ahí, en ese refugio de palabras, comparte historias, sueños y consejos, sembrando la semilla del conocimiento entre quienes te rodeaban.

Tu carácter serio y sereno era la calma en la tormenta, y aún ahora, al recordarte, nos encontramos consuelo en tu ejemplo. Enseñaste que la vida es un viaje lleno de matices, donde cada libro leído y cada planta cuidada son reflejos de tu amor por la naturaleza y la cultura. Apreciabas el silencio de los bosques, la tranquilidad de cuidar tus plantas, y esos momentos de caza que llevaban tu espíritu aventurero hacia nuevos horizontes.

Viajar a Castro Urdiales era una de tus alegrías, un escape a la brisa del mar, donde cada ola parecía susurrar historias antiguas. En ese rincón del mundo, dejaste cuerpo y alma, disfrutando de las pequeñas cosas: el sabor del mar, el canto de las gaviotas, y la compañía de quienes amabas.

Hoy, alzamos nuestras voces en agradecimiento por tu vida, por las memorias compartidas, por las risas y las enseñanzas. Pablo, tu legado es eterno, y aunque ya no estés con nosotros, vivirás en cada libro leído, en cada planta florecida, y sobre todo, en el corazón de cada ser querido que te recuerda con respeto y cariño.

Que tu memoria sea un faro de luz para todos nosotros, y que tu espíritu siga viajando por los caminos de este mundo que tanto amaste. Gracias, Pablo, por ser un faro de serenidad y un puente entre generaciones.

(Ejemplo: 400 palabras)